martes, 30 de agosto de 2011

FASCISMO: UNA ENFERMEDAD QUE SE CURA LEYENDO

Aburriéndome un rato he encontrado una entrada en un blog, que me parecía MUY interesante, sobre todo hoy en día, con una crisis económica brutal (y en alza) y los bolsillos de la población en paro vacíos.
Este domingo estuve en un campo de Segunda B y pude ver varias banderas de España con el pollo (perdón, fascistas, el "águila de San Juan"). Al mismo tiempo, había una pancarta donde ponía "Ultras" y otra con la leyenda "Vandals, repartiendo galletas", junto al dibujo de un 'skin nazi' dispuesto a imponer su ley por la fuerza, que es lo único que ellos conocen.
La semana pasada estuve en un pueblo donde había dos bandas enfrentadas. Una de simpatizantes comunistas y la otra cercana a Falange. Aunque en ninguno de los dos sectores había mucha cordura, los fachas le habían destrozado la vida a un pobre hombre anciano y minusválido que sólo se podía valer de su motocarro para salir de casa. Ahora, ni eso. A esta persona mayor también le habían destrozado la mitad de la fachada de su casa. Sin olvidar cómo le habían arrancado el pómulo a dentelladas a un chaval joven.
En Francia, este domingo, el partido de Le Pen ha sacado un 10,5 por ciento. La mayoría de los medios situan esa cifra en un fracaso para los fachas. Me llama la atención que 3.800.000 votos sea un resultado magro para un señor al que no debería votar ni su familia. Con esto quiero decir que el facherío sigue teniendo una gran fuerza y que no se puede despreciar ni la masa social que mueven ni las motivaciones que hacen que una persona de bien llegue a optar por un monstruo como Le Pen.
Desde mi modesto punto de vista, la ignorancia y la mentira son los principales aliados del fascismo. Conocer más y dialogar son dos armas poderosísimas contra los niñatos que van al fútbol con banderas fachas, contra los tipejos que 'acongojan' a un pueblo entero y contra los demagogos del Front National. El fascismo es una enfermedad que se cura leyendo.